Asentada al norte de Portugal, la ciudad de culto más antigua del país es un lugar perfecto para una escapada. Famosa por su belleza y riqueza patrimonial, alberga un legado cultural con numerosos monumentos, iglesias y parques dignos de visitar.
Santuario de esplendor histórico
Descubrir Braga es hacer un viaje en el tiempo pasando por diferentes épocas. El casco antiguo es un fantástico lugar para empezar a conocerla. Cuenta con la catedral más antigua de Portugal, que data del siglo XI, y el Arco da Porta Nova, construido en el siglo XVIII. Braga está formada por un laberinto de vías peatonales con antiguas casas palaciegas con fachadas barrocas y neoclásicas de colores muy vivos. Pero también es actual y vibrante, su alma histórica se mezcla con el ambiente joven y animado que alberga la ciudad entre calles, plazas y mercados.