Su gran industria de tejidos la ha convertido en el pilar del mercado textil de Alemania. Más allá de la seda y el terciopelo, esta ciudad medieval es una maravilla en historia, arquitectura y rica gastronomía.
Un tejido con mucha historia
A orillas del río Rin, Krefeld cuenta con una pequeña aldea medieval, Linn, donde se encuentra el castillo más antiguo del Bajo Rin. Los edificios Haus Lange y Haus Esters albergan el Museo de Arte Contemporáneo. En el Museo Textil Alemán encontrarás otro tipo de obras de arte: una de las colecciones de telas más grandes del mundo. Otras cosas que hacer en Krefeld son pasear por los numerosos parques que bordean el río, visitar el jardín botánico o aventurarse en la práctica de algún deporte acuático en el precioso lago Elfrather See. Todo ello sin olvidarse de catar sus cervezas artesanas locales.