El hecho de estar a medio camino entre las ciudades de Madrid y Zaragoza, la convierte en una ciudad de paso. Pero lo cierto es que es un lugar para parar. Prepárate para descubrir castillos, palacios y bellas iglesias.
Tierra de castillos y fortalezas
La fachada principal del Palacio del Infantado, de estilo gótico con influencias mudéjares, es digna de ver y fotografiar. El interior del edificio también merece una visita. Su Patio de Leones está lleno de esculturas de este animal mitológico asociado a la protección. Y es que la defensa es un elemento clave en la arquitectura de la zona, donde abundan los castillos y las fortalezas defensivas. Entre ellas destaca el Fuerte de San Francisco. La Concatedral de Santa María y el Panteón de la Duquesa de Sevillano también son edificios emblemáticos, así como el salón Chino del Palacio de la Cotilla. Si vas a viajar a Guadalajara en vacaciones te recomendamos que no te ciñas a la ciudad y visites los preciosos pueblos de la provincia, como Pastrana, Sigüenza o Atienza.