Cómo ser uno más en la Oktoberfest

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a group of people clinking glasses of beer
a man smiling for a picture

Por Xavi Fornés

Periodista con alma viajera. Le apasiona descubrir nuevos destinos y entender cómo se vive en cada rincón del mundo. Escribir es su forma de compartir esas historias que nacen del camino: relatos con esencia, emoción y la mirada de quien siempre quiere saber más.

Tradición, orgullo bávaro, música, trajes típicos y mucha cerveza. La Oktoberfest es la fiesta más popular de Alemania, y una de las más importantes del mundo. Millones de personas viajan a Múnich para vivirla en primera persona, aunque algunos no sobreviven más allá de la segunda jarra. Aquí no hay medias tintas: o bailas sobre los bancos cantando en alemán (aunque no tengas ni idea de lo que dices) o quedas como el típico turista que vino a sacarse una foto y se fue a dormir.

La Oktoberfest es la fiesta popular más grande del mundo… y también la más fácil para que te etiqueten de turista si no sabes cómo actuar. En esta guía te cuento cómo ser “uno más” en la Wiesn (como la llaman los locales) y disfrutar como un auténtico bávaro.

Tradiciones de la Oktoberfest en Munich

La Oktoberfest no es un desmadre cualquiera, es una fiesta con siglos de historia y un buen puñado de tradiciones que debes conocer, y celebrar. Lo mejor será que te dejes ver desde el minuto uno.

Todo comienza con el desfile de los Wiesnwirte (los dueños de las carpas), que tiene lugar en las calles de la ciudad en la mañana del primer día. Se trata de un espectáculo muy colorido, con música en directo, en el que los anfitriones llegan a sus carpas con los barriles de cerveza en carruajes tirados por caballos.

Tu misión será custodiarles hasta llegar a Theresienwiese (el recinto de la Oktoberfest) donde tiene lugar la ceremonia inaugural. Se celebra a las 12 del mediodía en la carpa más antigua, la de Schottenhamel. El alcalde de la ciudad (Oberbürgermeister) es el encargado de abrir el primer barril de cerveza con un mazo de madera. Esto genera una gran expectación por ver cuántos golpes necesita para abrir el barril, y siempre es noticia en la prensa local.

“O’zapft is!” significa “Ya está abierto” y son las palabras que pronuncia el alcalde para dar por inaugurada la fiesta. La música empieza a sonar justo después del grito y, solo después de ese momento, se puede servir la cerveza.

a city with many buildings and a cloudy sky

Cómo entrar en una carpa de la Oktoberfest

Las carpas son ‘the place to be’, donde todo ocurre: música, litros de cerveza y bailes improvisados que nunca acaban. Muchos se creen que basta con llegar, pero la realidad es que entrar en una carpa puede ser algo complicado. La edición de 2024 recibió 6,7 millones de visitantes, por lo que puedes hacerte una idea.

 

Reserva mesa o llega muy temprano

Tu primera opción tiene que ser reservar. Ten en cuenta que las carpas abren las reservas meses antes, y que los locales se lanzan a por ellas como locos. Pero no pierdas la esperanza si no pudiste reservar. Lo que puedes hacer es llegar a primera hora (sobre todo entre semana), probar suerte en las carpas más pequeñas (todos quieren entrar en Hofbräu o Schottenhamel, pero hay carpas menos famosas igual de divertidas) o compartir mesa. Si ves un hueco, no te cortes en preguntar “Ist hier frei?” (“¿Está libre?”). La respuesta suele ser positiva, y al minuto ya estarás brindando con tus nuevos amigos bávaros.

Ten en cuenta que hay carpas para todos los públicos: tradicionales, para familias y modernas o para jóvenes. Cada una con sus particularidades, pero siempre manteniendo el espíritu bávaro.

a group of people holding glasses of beer

La mayor fiesta popular del mundo

Cerveza, la reina bávara

Es la auténtica protagonista, y los números lo demuestran: en cada edición se consumen más de 7 millones de litros de cerveza (sí, millones, y en apenas dos semanas). Cada “Maß” (jarra) pesa más de 2 kilos llena, lo que convierte a los camareros y camareras en auténticos atletas, pues son capaces de transportar hasta 10 a la vez.

Y no hablamos de cualquier cerveza. Solo seis cervecerías de Múnich tienen el honor de poder servir en la Oktoberfest: Augustiner, Paulaner, Spaten, Löwenbräu, Hofbräu y Hacker-Pschorr.

 

Tipos de cerveza que encontrarás

Y si pensabas que la Oktoberfest era la oportunidad perfecta para probar una gran variedad de cervezas alemanas, te equivocas, porque todas elaboran una edición especial para la Oktoberfest. Se trata de la “Oktoberfestbier”, que se prepara siguiendo la Reinheitsgebot (Ley de Pureza Alemana de 1516) con sólo cuatro ingredientes: agua, malta, lúpulo y levadura. El resultado es una cerveza con cuerpo, espuma densa y de un color dorado intenso. Se bebe en jarras de un litro y tiene una graduación de entre 5,8% y 6,3% (más fuerte que la lager normal), aunque es muy sabrosa. De hecho, tiene menos amargor que otras lagers alemanas.

 

Cómo pedir cerveza como un local

Aquí las reglas son claras: la unidad mínima es el litro, no hay ni cañas, ni pintas ni medias tintas. Simplemente has de pronunciar “eine Maß, bitte” (un litro, por favor) o “Noch eine!” (¡otra!), siendo esta la más usada por los locales. Y si no te sientes seguro en poner en práctica tu alemán, tan solo tienes que sonreír y buscar el contacto visual, siempre con la jarra vacía en la mano. Ah, y que no te sorprenda la brusquedad de los camareros, el ritual incluye que te coloquen la jarra en la mesa con un golpe firme.

a pair of hands clinking glasses of beer

Así se bebe en la Oktoberfest

Te puede parecer obvio, pero no lo es. Lo primero es saber cómo coger la jarra. Se tiene que hacer con firmeza, por el asa y con una sola mano (sin apoyarte en la mesa). Segundo, ni se te ocurra empezar a beber sin antes brindar al grito de “Prost!”. Importante: mirar a los ojos de las personas con las que brindas es obligatorio, ya que se considera una muestra de respeto y además se cree que trae buena suerte.

Se recomienda beber despacio, sorbo a sorbo (sorbo, no sorbito), dejando espuma hasta el final, ya que así se mantiene fría más tiempo y se preserva el sabor.

Lo habitual es acompañarla con comida típica como pretzels, pollo asado, codillo o salchichas, que ayudan a mitigar el efecto del alcohol.

a group of pretzels from a pole

Canta con ellos: las canciones más coreadas

En la Oktoberfest no basta con beber, también hay que cantar. El 90% del repertorio son estribillos facilísimos de aprender, así que no necesitas un B2 para poder cantarlas. Lo más importante es no quedarse callado, levantar la jarra y, aunque sea, gritar “lalalá” en el ritmo correcto. Aquí el entusiasmo vale más que la pronunciación.

“Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit. Oans. Zwoa. G’suffa!” (Un brindis, un brindis por los buenos tiempos. Uno, dos, ¡arriba!). Esta es la canción oficial de los brindis. Se repite cada pocos minutos y la letra es tan corta como fácil de cantar.

Te sorprenderá, pero es muy común que de repente suene Sweet Caroline, Country Roads o hasta Viva Colonia. No preguntes porqué, solo levanta tu jarra y canta fuerte.

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¿Cuándo se celebra la Oktoberfest?

Llegados a este punto, te preguntarás cuándo es la Oktoberfest de Múnich en 2025. Pues bien, aunque parezca mentira, la fiesta empieza el sábado 20 de septiembre y termina el domingo 5 de octubre. Se celebra en el parque de Theresienwiese, al oeste del centro de la ciudad, y la entrada es gratuita.

El recinto, de aproximadamente 46 hectáreas, permanece abierto desde las diez de la mañana hasta pasadas las doce de la noche, aunque algunas carpas cierran antes. Recuerda que para degustar una cerveza se requiere tener asiento, y para ello se recomienda reservar. Los precios del litro de cerveza oscilan entre los doce y quince euros.

 

Transporte público

Para llegar a Theresienwiese puedes utilizar tanto el metro (U-Bahn) como el tren (S-Bahn). Hay dos estaciones de metro a cada lado del parque. La de Theresienwiese conecta las líneas 2, 4 y 5, mientras que la de Goetheplatz conecta la 3 y 6. Ambas están a poco más de cinco minutos caminando, mientras que la München Hauptbahnhof (estación central de tren) se encuentra a unos 20 minutos a pie.

 

Los mejores hoteles en Munich

Si buscas un hotel en Múnich cerca de la Oktoberfest, el Hotel München City Center Affiliated by Meliá es tu mejor opción, ya que se encuentra a solo 10 minutos caminando de Theresienwiese. Otra opción más puede ser el hotel INNSiDE München Parkstadt Schwabing, un poco más lejos, pero muy bien comunicado en transporte público.

a large round grill with hot dogs and sausages on it

Gastronomía: Qué comer para no caer rendido

Como te adelantaba, hay múltiples opciones gastronómicas. De hecho, podrás probar casi todas las especialidades de la cocina alemana, siendo el codillo de cerdo (Schweinshaxe), las salchichas asadas (Bratwurst) y el pollo asado (Hendl) los platos más populares. También encontrarás brochetas de buey, pato con bolas de patata y col roja y Steckerlfisch, que es un pescado (caballa, salvelino o plática) hecho a la parrilla y servido en un pincho. Los pretzels no pueden faltar y, por supuesto, también hay opciones veganas como la obatzda (mezcla de quesos picantes), sopas de calabaza o patata y todo tipo de Knödel, que son albóndigas de pan sazonadas con cebolla, perejil y nuez moscada.

 

Más allá de la cerveza: atracciones

Es común pensar que la Oktoberfest es solo cerveza, pero nada más lejos de la realidad. También es una gran feria popular (Volksfest) para toda la familia, con atracciones, clásicas y modernas, que forman parte de la tradición bávara.

El carrusel (Krinoline) lleva casi 100 años dando vueltas, y es una de las atracciones más antiguas de la Oktoberfest. El Toboggan es otro clásico, y tal vez sea la atracción más divertida de todas. Es un tobogán de madera, pero la gracia está en la cinta transportadora a la que hay que subirse para llegar arriba. Se requiere equilibrio, por lo que las risas del público están aseguradas. La noria (Riesenrad) es icónica y desde lo alto se puede contemplar todo el Theresienwiese, las carpas y la ciudad. No puedes perderte el Schichtl, un peculiar teatro de variedades que se lleva realizando desde 1869 con humor picante, sátira política y chistes locales. La función estrella es la guillotina, en la que “ejecuta” a un espectador con un estilo tan teatral y exagerado que acaba en carcajadas. La barrera del idioma aquí es importante, pero este último número podrás disfrutarlo sin necesidad de entender lo que digan.

 

Viste la piel bávara 

No todo el mundo lleva el traje tradicional bávaro, pero sí la gran mayoría. Por lo que, si quieres pasar desapercibido, tendrás que hacerte con uno. Lo primero y más importante de todo es que no se trata de un disfraz, sino de un símbolo de identidad. Los locales lo llevan con un orgullo y está tan interiorizado que muchos acuden a sus oficinas vestidos así. Los días de la Oktoberfest, claro. 

Entrando en materia, “Dirndl” es el nombre que recibe el traje que llevan las mujeres. Se trata de un vestido ajustado en el torso, con corpiño, blusa de color blanco y falda amplia hasta las rodillas. Por encima lleva un delantal que, como dato curioso, funciona como semáforo sentimental: si el lazo está colocado a la izquierda significa que estás soltera; a la derecha casada, comprometida o “ni lo intentes”; y detrás, viuda o camarera. En cuanto a los accesorios, los más típicos son el collar, llamado “Kropfband”, que es una cinta de terciopelo ajustada al cuello; el bolso en forma de corazón, la chaquetita de lana o las coronas de flores, muy populares entre la gente joven.

Para los hombres, el atuendo oficial es el “Lederhosen”, que consiste en un pantalón de cuero corto o hasta las rodillas, tirantes y una camisa a cuadros (el color va a gusto del consumidor, aunque suele ser rojo o verde). Se completa con calcetines largos de lana, zapatos de cuero y, si quieres ganar puntos, un sombrero bávaro con pluma, conocido como “Tirolerhut”.

El truco para no fallar es evitar los trajes baratos o de tienda online que, sinceramente, parecen sacados de una despedida de soltero. Créeme que los locales lo notarán en seguida. Pero no te preocupes, en Múnich hay muchas tiendas donde puedes comprar trajes de calidad (a partir de 150€ los de gama baja) o incluso alquilarlos por un par de días.  

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Viajar a Múnich para vivir en primera persona la Oktoberfest es un planazo en sí mismo, pero ya que te pones, aprovecha y haz turismo. Y es que Baviera esconde lugares de postal a menos de dos horas en tren, como el castillo de Neuschwanstein, el palacio de Linderhof o el lago Tegernsee, entre otros. Y si te queda tiempo, puedes incluso visitar la hermosa ciudad de Salzburgo en un trayecto de apenas una hora y media.
Xavi Fornés

Ser uno más en la Oktoberfest no significa beber hasta perder el equilibrio, sino entender sus rituales, sumarte a sus canciones y dejarte llevar por la alegría bávara… jarra en mano, claro.

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