Kitesurf & Chill: Programa completo para tus vacaciones en Fuerteventura

Si cierras los ojos y piensas en Fuerteventura, posiblemente te imagines una isla rodeada de aguas turquesas, con extensas playas de arena fina y pequeños pueblos cuyas casas son de color blanco… Lo que no sabe mucha gente es que, aparte de todo eso, en Fuerteventura existen un sinfín de planes que puedes hacer, desde actividades acuáticas y de aventura hasta experiencias de bienestar y ocio.

Un viaje donde sencillamente poder hacer lo que más te apetezca a cualquier hora del día. Un paraíso para los amantes del kitesurf, y el lugar perfecto para desconectar del mundo. Todo envuelto de una atmósfera de paz, tranquilidad y “buenrollismo”.

Así que, si alguna vez te has planteado probar algo nuevo o mejorar tus habilidades deportivas en el agua, Fuerteventura es el lugar indicado. Un destino donde puedes desafiarte a ti mismo y, al mismo tiempo, reconectar con tu ser mientras das agradables paseos por la playa. Podrás admirar la naturaleza más virgen bajo el mar en una sesión de snorkel (viendo peces tropicales, rayas y, si tienes suerte, hasta tortugas), recorrer preciosos pueblos como Betancuria, realizar deportes como windsurf, wingfoil o paddle surf. Y, por supuesto, captar los mejores atardeceres desde la isla con el horizonte infinito como telón de fondo. 

La Península de Jandía (al sur de la isla de Fuerteventura) es un auténtico paraíso lleno de naturaleza, sosiego y playas vírgenes, ideales para nadar, tomar el sol o practicar gran cantidad de deportes acuáticos gracias a sus vientos alisios.

Ahora bien, ¿a dónde tienes que ir para disfrutar de un buen día de kitesurfing? Pues, como diríamos… “dónde te lleve el viento”. Desde la Playa del Viejo Rey o la Playa de Sotavento, hay muchos spots donde ir, aunque todo dependerá de tu nivel y tus preferencias.

Por ejemplo, la Playa del Viejo Rey o también erróneamente conocida como Playa Pared, es una de las playas más peculiares de Fuerteventura porque cuando sube la marea, sube tanto el mar que es difícil acceder. En su mayoría es de arena, aunque tiene piedras sueltas y olas cada día del año. Por lo que, si tienes un nivel medio-avanzado, será ideal para ti.

La Playa de Matas Blancas, junto a Costa Calma, tiene aguas tranquilas y fuertes vientos desde la mañana hasta la noche. Una playa polivalente recomendada para todos los niveles.

También podrás encontrar la Playa de la Barca, conocida como la Playa de Sotavento, la más popular de Fuerteventura ya que lleva celebrando más de 35 años el Campeonato Mundial de Windsurf y Kitesurf, y cuenta con muchos kilómetros de playa y arena además de viento side/off-shore (“viento de tierra” - que va desde el interior hacia el mar), por lo que es importante navegar dentro del horario de la Escuela de René Egli.

Como ves, son condiciones idóneas que hacen que Fuerteventura esté en las listas de los mejores spots del mundo para hacer kitesurf: olas fantásticas, clima ventoso y buen tiempo, tres condiciones imprescindibles para realizar todo tipo de deportes acuáticos.

Fuerteventura no solo ofrece un paraje natural único y hermoso con playas vírgenes, sino también unos vientos alisios inmejorables (casi todo el año) para surcar las olas. Por ello, si estás buscando el mejor sitio para iniciarte en wingfoil, windsurf o kitesurf, te contamos por qué esta zona se ha convertido en el lugar de las Islas Canarias por excelencia para practicar estos deportes.

1. Vientos alisios y olas perfectas todo el año. Uno de los grandes protagonistas de Fuerteventura es el viento. Una corriente constante y fuerte que hace que la isla se convierta en un paraíso para kitesurfistas. Ya sea verano o invierno, las condiciones son casi siempre ideales, con un clima templado, la gran mayoría de días soleados y con diferentes intensidades de viento. Los mejores meses para realizar kitesurf, son julio y agosto, al ser los dos meses más ventosos del año.
2. Playas extensas y anchas. Una de las ventajas de Fuerteventura es la cantidad de playas abiertas y espaciosas donde puedes practicar este tipo de deportes acuáticos sin aglomeraciones. Las largas playas de arena fina y dorada, como las de Corralejo o Sotavento, son magníficas para disfrutar de amplios espacios de agua sin sentirte agobiado.
3. Escuelas de kitesurf y windsurf en Fuerteventura. Si nunca has hecho kitesurf, no te preocupes. En Fuerteventura encontrarás escuelas y centros especializados con instructores titulados que te enseñarán todo lo que necesitas saber, desde controlar la cometa hasta realizar tus primeros saltos. Además, la comunidad de kitesurf en la isla es súper acogedora, así que te sentirás como en casa desde el primer día.
4. Diversidad de spots para todos los niveles. Fuerteventura no es solo para profesionales. Como te hemos comentado, la isla ofrece una gran variedad de spots, por lo que dispones desde playas con aguas tranquilas ideales para los niveles más iniciales, hasta lugares más desafiantes con olas fuertes para riders avanzados. Las condiciones varían según la zona, por lo que consulta cada playa antes de ir.
5. Naturaleza impresionante y desconexión total. Más allá del kitesurf, Fuerteventura te regala un entorno natural envidiable. Las playas vírgenes, los paisajes volcánicos y las lagunas cristalinas te envuelven en una sensación de inmensa calma. Después de una sesión intensa en el agua, nada mejor que relajarte viendo el atardecer en las dunas de Corralejo o explorar los pueblos pesqueros con su ambiente relajado.

Situada en la espectacular Playa de Sotavento, la Escuela de René Egli es mundialmente conocida por sus clases de kitesurf y por ofrecer una experiencia completa para los enamorados del agua y el viento, convirtiéndose en un lugar icónico para kitesurfistas y windsurfistas.

Pero esta escuela, no solo es un referente porque lleve ofreciendo a lo largo de más de 35 años clases con profesores experimentados, cursos en el mar y un servicio de alquiler con un equipamiento de última generación, que se actualiza cada temporada, sino también porque organiza el Campeonato Mundial de Windsurf, Kitesurfing y Wingfoil en conjunto con el Ayuntamiento de Pájara y el Cabildo de Fuerteventura. ¡Imagina todos los deportistas que acuden a esta cita cada año!

Sin duda, uno de los mejores lugares para aprender o perfeccionar tu técnica. Tanto si estás dando tus primeros pasos como intentando mejorar tu destreza, la velocidad o hacer maniobras mucho más avanzadas, esta escuela de kitesurf y windsurf en Fuerteventura te ofrece acceso a instructores especializados y a zonas de práctica seguras.

Y aunque siempre lo dejamos para el final… ¡viene lo mejor! El momento de relax y desconexión tras una clase de kitesurf. Porque no todo es adrenalina, entre sesión de kitesurf o windsurf, puedes hacer otras actividades algo más tranquilas, o bien en las playas doradas de Sotavento o bien en los hoteles de alrededor.

Por ejemplo, Paradisus by Meliá Fuerteventura te brinda un spa privado donde encontrar el equilibrio entre cuerpo y alma; o en INNSiDE Fuerteventura y Sol Fuerteventura Jandia – All Suites, donde se ofrecen clases de pilates y yoga al aire libre con el océano Atlántico de fondo. ¡Impresionante!

Además, la Escuela de René Egli, organiza eventos y actividades sociales para que te sientas parte de la comunidad de kitesurfistas, windsurfistas y viajeros que llegan de todo el mundo para disfrutar del viento, las olas y el ambiente chill que caracteriza a la isla.

Encuentra ese momento para leer tu libro frente al mar, tomar una cerveza bien fría o tener la sensación de que, en Fuerteventura, todo fluye al ritmo que debe. Porque has llegado al lugar donde puedes fusionar adrenalina y relax sin ningún tipo de discusión.

Disfruta de la comida en un buen restaurante local o en un chiringuito, pasea por la playa o siéntate a ver cómo el sol se esconde. Podrás perderte por sus paisajes volcánicos, recorrer sus pueblos o visitar la laguna de Sotavento, ¡que no siempre está ahí! ya que depende de las mareas.

Una oportunidad extraordinaria, para descubrir todo un destino paradisiaco de arena blanca y aguas turquesas, inmerso en un enclave natural inmejorable.