Porque aquí, las estaciones no solo conectan barrios… también conectan historias. Y dormir cerca es meterse de lleno en cada una de ellas. Es una forma distinta, y mucho más interesante, de conocer la ciudad.Elena Palacios
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Por Elena Palacios
Apasionada del marketing, creativa y curiosa. Le encanta perderse entre las calles de una ciudad o sumergirse en las páginas de un buen libro. Enamorada del arte de crear, dar vida a ideas y unir palabras para contar historias.
En Londres, elegir un hotel cerca de una estación de tren puede ser el primer gran acierto de tu viaje. Porque aquí, las estaciones no solo conectan barrios… también conectan historias. Y dormir cerca es meterse de lleno en cada una de ellas. Es una forma distinta, y mucho más interesante, de conocer la ciudad. ¿Te atreves a descubrir sus secretos?
Ubicada en pleno centro de la ciudad, es una de las más bonitas de Londres. Y si has leído Harry Potter, ya conoces esta estación. King’s Cross es el punto de partida del Expreso de Hogwarts, desde el mítico andén 9¾. En una de sus paredes encontrarás el famoso carrito atravesando el muro, perfecto para una foto con destino a Hogwarts.
Justo al lado, está la estación de St. Pancras. Aunque son estaciones diferentes, funcionan como si fueran una sola. Y aquí viene lo curioso: el exterior que aparece en las películas no es el de King’s Cross, sino el de St. Pancras, con su fachada neogótica tan espectacular. Dentro de esta última también hay algunas sorpresas. Un piano público que cualquiera puede tocar, una escultura de nueve metros que representa a una pareja abrazándose e incluso una biblioteca de libros perdidos, que muchos pasan por alto. Uno de los hoteles cerca de King Cross es Meliá White House, a solo 15 min a pie.
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Conocida como London Victoria, es una de las estaciones más transitadas de la ciudad. Desde aquí puedes llegar directo al Aeropuerto de Gatwick, moverte en metro o explorar el West End a pie. Y a tan solo 20 min caminando encontrarás uno de los hoteles más cercanos a la Estación de Victoria: Meliá London Kensington Meliá Collection.
Pero Victoria no es solo una estación con mucho ajetreo. Es uno de esos lugares que guarda un relato en cada rincón. Aquí llegaban los viajeros desde la costa sur, y durante la Segunda Guerra Mundial fue punto clave para las evacuaciones infantiles.
El edificio actual mantiene parte de su fachada original del siglo XIX, pero lo más curioso es lo que hay bajo tierra. En los túneles de la estación aún quedan restos de un antiguo cine subterráneo, cerrado desde hace décadas. A un par de pasos de la estación está el Apollo Victoria Theatre, donde se representa Wicked desde hace años. Y, si sigues caminando, en pocos minutos llegas a Buckingham Palace. Así que alojarse cerca de la Estación Victoria te ubica justo entre historias de reinas, musicales y alguna que otra leyenda subterránea.
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A 20 minutos andando desde Meliá White House se encuentra la Estación de Euston. Puede parecer moderna, pero es toda una veterana: fue la primera estación interurbana de Londres. La estación original se inauguró en 1837 y recibió su nombre de una elegante casa de campo, Euston Hall, propiedad de un duque. Lo curioso de esta estación es que, al principio, los trenes necesitaban un torno de vapor para salir cuesta arriba hacia Camden Town. Y ese sistema ayudó a crear la famosa Roundhouse, que hoy en día es una sala de conciertos.
Aunque gran parte del edificio original fue demolido en los años 60 (incluido el famoso Euston Arch), todavía quedan restos del pasado, como el monumento a la guerra o la estatua de Robert Stephenson. En su explanada también se encuentra una obra del escultor Paolozzi. Desde aquí, puedes acercarte dando un paseo a Camden Town, y disfrutar de su mezcla de cultura alternativa, ambiente creativo y tiendas poco convencionales. También puedes escaparte a la Wellcome Collection, un museo lleno de rarezas, o visitar los jardines de Regent’s Park.
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Esta famosa estación no solo es la estación con más tráfico de Reino Unido, también es un lugar lleno de anécdotas. ¿La más curiosa? Durante años tuvo una terminal exclusiva para los trenes que llevaban al Eurostar con destino París. Tal vez fue una ironía del destino, o simplemente una broma, pero no pasó desapercibida a los franceses, que recordaban la derrota de Napoleón cada vez que llegaban a “Waterloo”.
Aquí también se rodaron escenas de películas como El ultimátum de Bourne o El diario de Bridget Jones. Y aunque es enorme y moderna, aún guarda guiños al pasado: una vieja torre del reloj, vestigios del diseño original y algún que otro rincón que parece detenido en el tiempo. Además, justo al lado tienes el South Bank, una zona animada con vistas al Támesis, mercadillos, teatros y el London Eye. Y si te alojas en ME London, podrás estar en la estación en solo 16 minutos a pie.
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A unos 20 minutos en metro desde ME London puedes llegar a la Estación de Liverpool Street, que conecta Londres con el este del país y con varios aeropuertos, como Stansted. Es una de las terminales más importantes para quienes viajan a Cambridge, Norwich o incluso a pequeñas ciudades costeras del país.
Inaugurada en 1874, fue clave para el desarrollo del comercio y el turismo en esa zona del país. Pero su papel más importante llegó justo antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en el punto de llegada de miles de niños judíos refugiados a través del programa Kindertransport. Hoy, una escultura en la explanada recuerda ese momento silenciosamente. Durante el Blitz, la estación sufrió graves daños, pero nunca dejó de operar. Años más tarde, fue restaurada respetando su diseño original, y poco a poco fue recuperando su lugar en la ciudad, incluso en la cultura pop: Madonna grabó parte del videoclip de Hung Up, mezclando tacones y coreografías con el ir y venir de los pasajeros.
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No es la más famosa de Londres, pero sí una de las más simbólicas. Desde su apertura en 1864, ha sobrevivido derrumbes, guerras y reformas que la han transformado sin borrar del todo su alma victoriana. Hoy es una estación moderna con tiendas, cafeterías y trenes que conectan con el sureste de Inglaterra, pasando por London Bridge y Waterloo East. Frente a la entrada principal encontrarás la réplica de la Eleanor Cross, homenaje del rey Eduardo I a su esposa Leonor de Castilla, un lugar que además se considera el "kilómetro cero" de la ciudad. Desde allí se miden oficialmente todas las distancias a Londres.
Pasear desde un hotel cerca de Charing Cross es una forma perfecta de explorar la zona y disfrutar de rincones emblemáticos como el río Támesis, Trafalgar Square y el animado West End.
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Es imposible no pensar en el oso Paddington, con su maleta y su abrigo azul. Aquí empezó su historia y, por eso, hay una estatua que le rinde homenaje. Desde Meliá White House, puedes llegar dando un paseo de unos 25 minutos o en un típico taxi londinense en apenas 10 minutos.
Una de las estaciones más antiguas de la ciudad. Bajo sus andenes se encontraron restos romanos, y en su interior hay hasta una escultura secreta. Desde aquí, The Shard y Borough Market están a solo unos pasos. Llegar aquí es fácil, en metro son unos 15 minutos, o si prefieres, una caminata de unos 25 minutos desde ME London, un hotel cerca de la Estación de London Bridge.
A solo 20 minutos a pie de Meliá White House está Marylebone, pequeña pero llena de encanto. Parece más una estación de pueblo que parte de una gran metrópoli. Sus techos bajos y bancos de madera mantienen ese aire de otra época, creando un lugar tranquilo entre tanto ajetreo.
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Porque aquí, las estaciones no solo conectan barrios… también conectan historias. Y dormir cerca es meterse de lleno en cada una de ellas. Es una forma distinta, y mucho más interesante, de conocer la ciudad.Elena Palacios
En el elegante barrio de Regent’s Park, Meliá White House, The Level at Meliá White House y sus apartamentos ofrecen un alojamiento perfecto para descubrir Londres. No solo por su ubicación, sino también por la cercanía a estaciones como Great Portland Street (a solo 3 minutos), Warren Street o Regent’s Park, que te conectan con gran parte de la ciudad. En Kensington, puedes alojarte en Meliá London Kensington Meliá Collection, donde te encontrarás a un paso de Gloucester Road y podrás explorar museos, parques y boutiques a pie. Y, si prefieres disfrutar en pleno corazón del West End, ME London te sitúa entre el Támesis y Covent Garden, con las estaciones de Temple y Covent Garden a muy pocos minutos andando. Tres formas de alojarse, tres estilos diferentes de vivir Londres.