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Dicen que la ciudad más internacional de Alemania tiene dos caras: la de su famoso centro financiero, moderna, vanguardista y presidida por rascacielos, y un casco histórico de cuento.
La ciudad de los mercadillos
En el centro de la ciudad vieja de esta sorprendente ciudad alemana se encuentra la popular plaza de Römerberg y la iglesia de San Nicolás. La mayoría de los edificios de esta plaza tuvieron que ser reconstruidos tras quedar devastados durante la II Guerra Mundial. Uno de los edificios más visitados es la catedral de San Bartolomé, desde cuya torre podrás disfrutar de unas impresionantes vistas de Frankfurt. La bolsa de Frankfurt, con su popular oso y el toro, es la tercera más importante del mundo. Y si te gustan los mercadillos, has tenido suerte, estás en la ciudad perfecta.